lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Y la Cheyenne apá?

Análisis semiótico
Chevrolet- ¿Y la Cheyenne apá?

Introducción
En la actualidad, la publicidad juega un papel muy importante cuando hablamos de adquirir un producto o contratar un servicio y para que esto sea rentable, la publicidad que se maneje debe estudiarse bien, contemplado para qué tipo de público va dirigida y como haremos para que este mismo se identifica y lo haga rentable.
Gracias a los comerciales y a la publicidad, nos podemos dar cuenta de los beneficios que nos trae el consumir algo y por supuesto, para atraer nuestra atención. Los publicista emplean diversas técnicas para que el producto se quede en la cabeza de las personas, ya sea con alguna canción, alguna frase o simplemente con publicidad viral que lo haga más reconocible y por ende, ayude a atraer compradores.

En esta ocasión vamos a analizar semióticamente el tan famoso comercial de Chevrolet, el cual dejo  una gran huella publicitaria gracias a la famosa frase “¿Y la Cheyenne apá? “, ya que resulto ser muy contagiosa ante la sociedad y con esto creo una gran parte de consumidores, que por la gran capacidad de este vehículo atrajo en su mayoría ganaderos, ingenieros, arquitectos y profesionistas que en su trabajo, se da la característica de tener que transportar cargas pesadas que contando con un carro o camioneta más pequeña , poco podría serle útil; estos mismo  al ver el comercial, notaron que no había mejor camioneta que la Cheyenne.

Esta campaña publicitaria se lanza en el año 2007 con la intensión de mostrar a los consumidores que no había mejor opción, en cuestión de camionetas, que la Cheyenne. Esta misma contaba con características muy propias de la cuales relucían el manejo todo terreno y la capacidad para aguantar cargas demasiado pesadas.

Analizaremos toma por toma identificando la perspectiva semiótica en el contexto donde se muestra la camioneta, así como las personas involucradas en él, los cuales vienen siendo el señor que va manejando y el niño quién es su hijo.


Descripción

El comercial comienza con una toma panorámica la cual nos muestra que la Cheyenne va cruzando por terrenos desérticos sin ningún problema y que por lo caliente del lugar, no afecta en ninguna medida a esta misma para su buen funcionamiento.


                      


En la segunda imagen se muestra a los protagonistas del comercial, el papá quien es un señor de apariencia vaquera o de rancho, ya que cuenta con sombrero y camisa que nos dirige a pensar que es alguna clase de ganadero o dueño de una siembra. También encontramos a su hijo, un niño que al parecer no se encuentra muy contento ya que se muestra muy aburrido el trabajo de su papá, solo mirando hacia el paisaje mientras su papá conduce con normalidad.


                         


En la siguiente el hijo por fin levanta la mirada y le cuestiona a su padre textualmente “Oye pa, ¿y siempre tienes que ir a trabajar?” dando a entender que su trabajo es muy aburrido.

El papá muestra una cara de duda mirando a su hijo pero no le contesta, lo único que hace es acelerar la velocidad e irse por un camino un poco más complicado, lo cual no parece serlo para este vehículo, demostrándole a su hijo lo entretenido que puede ser ir manejando por estos lugares y más cuando cuentas con una camioneta tan potente como lo es la Cheyenne. En estas tomas se muestran algunas de sus características como el estéreo con el que cuenta, la doble cabina, donde puede caber entre tres o cuatro personas entre la parte del piloto y copiloto y la cabina. También se enfoca en lateral donde nos muestra que es 4x4 todo terreno.

     


 


Y por supuesto no podría faltar la imagen que muestra la marca y la misma personalidad de esta camioneta. La imagen frontal a nivel de la parte delantera de la Cheyenne hace que se mire de una manera muy llamativa, mostrando algunas de sus características principales como los faros antiniebla, un color negro brillante y por la velocidad de la toma, nos hace ver que no por ser grande tiene que ser lenta, sino todo lo contrario.
                         


Después de pasar por terrenos poco estables, por pastizales, ríos, y algunos otros lugares, va dando catedra de lo que es capaz de hacer la Cheyenne.
El semblante del niño cambia completamente, se le ve sorprendido y muy entretenido, cosa que era todo lo contrario ante de que el papá presionara más el acelerador.
                      



Después de es esto, la camioneta sigue en su trayecto hasta llegar a la punta de un pequeño cerro donde se observa en su totalidad el campo de siembra.
El papá y su hijo se bajan de la camioneta, se ponen frente a ella y observando dicho lugar el padre abraza al niño y señalando con el dedo índice menciona “Hijo, algún día todo esto será tuyo” dando referencia a que en el futuro heredara el terreno y las ganancias que produzcan este mismo.


                   



Al mencionar estas palabras, el hijo con cara de tristeza y despues con cara de duda, le pregunta a su padre la famosa frase “¿Y la Cheyenne, apá? Ya que muestra poco interes por el terreno, el niño se quedo impactando con la camioneta y le interesa más quedarse con esta que con lo señalado por el padre.
El papá lo mira con recelo y dando un pequeño suspiro que simboliza el hacer caso omiso a la pregunta de su hijo, vuelve a señalar dicho terreno y tomandolo ahora del cuello meciona nuevamente la frase
“Hijo, algún día todo esto será tuyo” pero ya no


apunta el terreno con el dedo índice, sino que lo hace con el dedo medio que ya desde hace mucho tiempo sabemos que se usa para dar a entender una grosería o como muchos dirían una “mentada de madre”. Después de esto, el niño muestra un semblante desconcertado ya que lo que su padre quiso darle a entender es que ni piense que algún día le dará la Cheyenne ya que esa es únicamente de él.

                       



El niño aun sin entender le vuelve a replantear la pregunta pero ahora con el semblante un poco triste y ya con miedo de esperar la respuesta que su papá le dara, con una voz timida pronuncia de nuevo “¿Y la Cheyenne, apá? Y el papá vuelve a dar otro suspiro y mira hacia otro lado finjiendo que no escucha lo que su hijo le preguna y ya sin abrazarlo. El niño con toda la duda del mundo del por qué su padre no le responde voltea a ver la comioneta mientras su padre sigue ignorandolo.

El comercial termina con la frase “Hay cosas que se heredan… y otras que se ganan” y despues dando paso a confirmar el nombre de de la camioneta con dos ultimas frase que el narrador dice con un tono de voz mas energico: “Es tuya” y “Duran trabajando duro” analizando que lo hacen con la intension de persuadir a al cliente para que la adquiera y diciendole que estan hechas para trabajar como se muestra en el comercial. Asi mismo muestra la pagina de internet en la cual si las personas acceden podran ver más sobre esta camioneta y converncerse que es la mejor opción. 



                       



El eje denotativo
Los planos utilizados para este comercial fueron variados ya que hay desde close up donde mostraban el rostro de aburrimiento del niño antes de que el padre acelerara y después de este cuando el semblante cambia a felicidad y emoción, hasta panorámicos donde el señor le muestra el terreno el cual piensa heredarle en un futuro. También se pudieron apreciar enfoques a distintas características de la Cheyenne como la parte frontal, la parte trasera, los focos, la leyenda “4x4”, la llantas, entre algunos otros en los cuales las tomas duraban solo un par de segundos ya que la camioneta iba a velocidades muy altas, derrapando y pasando por lugares poco estables.
Los sonidos que se dan en toda la publicidad son del sonido que hace el poderoso motor de la Cheyenne, así como el ruido de las llantas traseras y delanteras al derrapar o hacer movimientos bruscos. 
La luz en este comercial fue totalmente natural ya que era un día con el cielo completamente despejado, ayudando a que los rayos dieran un realce al color negro de la camioneta. Al llegar a la punta de la pequeña colina donde el padre le muestra el terreno a su hijo, se puede apreciar la puesta de sol y como la iluminación natural va bajando poco a poco, esto con la intensión de darle un toque de personalidad a las personas que trabajan en este tipo de lugares.

El eje connotativo
El eje connotativo se basa en los significados planteados en la publicidad y que hacen referencia a las acciones que hay en él.
El hijo nos demuestra que si no se hace algo interesante, fácilmente se pueden aburrir y perder el interés en las acciones. En esta instancia el niño no entiende el trabajo que cuesta tener esa camioneta ya que se la pedía a su padre como si fuera cualquier cosa. Y con la frase “Hay cosas que se heredan y otras que se ganan” muestra que el niño debería de trabajar duro así como su padre para tener esos tipos de lujos.
El padre muestra a una persona trabajadora que en momentos deja escapar su lado más atrevido acelerando y conduciendo por lugares poco estables, demostrando que se debe tener carácter para manejar la Cheyenne. También hace referencia a que a los hijos no se les puede dar todo, lo que no estamos de acuerdo es que haga esa señal obscena apuntando con el dedo medio ya que muestra una falta de respeto hacia su hijo.

La camioneta como referente principal muestra que está hecha para cualquier condición de terreno, fuerza para ir con esa misma intensidad por mucho tiempo ya que esas son las acciones que se representan en el comercial.

El mensaje lingüístico en el spot nos dan diferentes invitaciones ya que cuando el niño le pregunta por mi primera vez a su padre que si siempre tiene que trabajar en un lugar tan aburrido, el padre le muestra que de aburrido no tiene nada cuando pone a prueba la velocidad de la Cheyenne, así como también cuando el niño le formula en tres ocasiones la famosa pregunta: “¿Y la Cheyenne, apá?” mientras que el señor lo ignora para no tener que darle una respuesta acerca de la camioneta y con una frase por parte del narrador afirmando que hay cosas que se tienen que ganar por méritos propios y no como regalos. Al finalizar el comercial de nuevo lanza otra invitación el narrador mencionando que la camioneta puede ser tuya si lo deseas y que está hecha para trabajar duro.
Conclusiones
En nuestra opinión creemos que está muy buen elaborado este comercial ya que tienes puntos muy bien identificados con los probables compradores, haciendo que las ventas se hagan por si solas, y esto se confirma cuando en años posteriores la cantidad de camionetas de este tipo que circulaban por la ciudad, después este disminuyo por la inseguridad pero no cabe duda que desde su venta al público, no deja de ser una de las camionetas más competentes en todo el mercado.
También hay que mencionar que nos parece ser un vehículo demasiado lujoso ya que cuenta con características muy importantes, desde lo estético hasta lo que corresponde con el funcionamiento de esta misma y para variar, aunque como ya mencionamos que el índice de compra de esta camioneta ha bajado por la inseguridad, la famosa frase “¿Y la Cheyenne, apá?” sigue siendo usada en muchas ocasiones para hacer caso omiso en sentido de broma y así sigue perdurando en boca de muchos logrando lo que al final quería la marca de Chevrolet: una campaña viral.



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